La policía cibernética

Aunque suene a ciencia ficción y aunque nos parezca cosa del futuro, desde hace ya varios años funciona en nuestro país la Policía de Ciberdelincuencia Preventiva, dependiente de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México. A ella le corresponde la prevención de diversas actividades ilícitas en Internet, por ejemplo, las ventas fraudulentas, la difusión de sitios con contenidos ilegales o inapropiados, la suplantación de sitios y los incidentes sociales en línea.

Vamos por partes, al referirnos a ventas fraudulentas, estamos hablando de los casos en que se cobra un producto cuya venta no culmina exitosamente, o cuyas constancias son apócrifas y quienes pagan no reciben los bienes, servicios o beneficios anunciados; respecto d las páginas con contenidos ilegales o inapropiados, nos referimos a las páginas que incitan a la violencia, que hacen apología de delitos, violentan la privacidad de las personas o las exponen a recibir imágenes o información que constituye delitos; la suplantación de sitios es la práctica por la cual el usuario es llevado a utilizar una página que no corresponde en la realidad con la que cree está accediendo y por último, nos referimos a incidentes sociales en línea a los delitos tradicionales llevados a la escala de la red, como la extorsión, las amenazas o el robo de información. En todos estos casos, la peculiaridad de los delitos hizo necesario crear un cuerpo de policía con los elementos y el conocimiento necesarios para atender a las víctimas de los delitos.

Es importante considerar que, en la red, los delitos que se cometen tienen repercusiones prácticamente instantáneas, que durante el tiempo que dudamos o somos presa del pánico, nuestro dinero, imágenes o información ya están en la otra punta del mundo; por otro lado, no se debe olvidar que los sistemas de resguardo de información son limitados y que los respaldos se van borrando desde el más antiguo ocupando su sitio el más reciente. Los delincuentes que utilizan las redes sociales disponen de métodos para borrar sus huellas y aunque estas pueden ser reconstruidas es también cuestión de tiempo. La primera enseñanza es que en el caso de sufrir un incidente de estos en la Internet, nuestra reacción debe ser inmediata.

Se debe disponer de la información necesaria y aportarla completa, sin falsearla y sin ocultarla; es frecuente que quienes son víctimas de delitos cibernéticos se sientan avergonzados y experimenten sentimientos de culpa que les impiden actuar con celeridad; es necesario dejar de lado estos prejuicios y comprender que la víctima es inocente y que no es culpa suya que otro haya hecho mal uso de su información o defraudado la confianza que le fue depositada basado en el anonimato de las redes.

Cuando ha sucedido el hecho, la información pertinente está a disposición, así como los formatos y ayuda necesaria para levantar las denuncias en el sitio: : http://data.ssp.cdmx.gob.mx/ciberdelincuencia.html, ahí se ubica información de utilidad y se tiene contacto inmediato con la autoridad correspondiente. Como en todo proceso administrativo, especialmente en los de seguridad, debe estarse atento a las instrucciones del servicio y dar el seguimiento que la propia autoridad establece.

Existe, dentro de la propia página de la Policía, un servicio de ciberalertas a las que es conveniente dar una mirada de vez en cuando, sobre todo si nuestro uso de la red para actividades sociales y comerciales es intensivo. En ellas se encuentran, por ejemplo, la difusión de ofertas falsas sobre venta de vehículos o activos de empresas que van a modernizarse, las promociones falsas que circulan en la red e incluso sobre algunos mensajes que circulan en la red y que suelen terminar en la comisión de delitos, esto es, la recepción de llamadas de números inusuales, la formación de grupos en redes sociales que invaden la intimidad o que acosan usuarios, la emisión de desafíos para la población particularmente joven que termina en nefastas consecuencias.

Contra lo que muchos pudieran pensar, el servicio de la Policía Cibernética funciona con velocidad y eficiencia, no siempre es necesario presentarse personalmente y su récord de servicios es bastante aceptable. Es importante confiar en ella, particularmente porque hay un hecho que no debemos perder de vista: si sufrimos un delito en la calle estamos desprotegidos, pero tenemos la confianza del mundo material que nos rodea, más o menos sabemos cómo reaccionar, si nos acontece en la intrincada realidad de la Internet, entonces, no podemos arriesgarnos a que el hecho crezca y se convierta en una auténtica pesadilla. Tiempo, confianza y veracidad son nuestras mejores armas.

César Benedicto Callejas
Abogado. Investigador SNI
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